En Dinamarca encontrarás hoteles de todas las categorías, y todos
presumen de la misma alta calidad dentro de su categoría. Son limpios, cómodos
y la mayoría tienen restaurantes ó cafés y bar ó salón. En muchos hoteles, el
desayuno está incluido en el precio de la habitación. Hay cada vez más cheques
y pases que te permite conseguir un importante descuento en los hoteles y las
posadas de Dinamarca.
Hay muchas posadas antiguas y pintorescas que cuentan con
cientos de años. Todos ofrecen buen ambiente, comodidad, alto estándar y buena
comida.
Igual que los hoteles, las posadas están clasificadas y las
encontrarás de todos los precios.
Algunas de las posadas de lujo en Dinamarca cuestan lo mismo
que los grandes hoteles urbanos y son reconocidas por todo el mundo por la excelente
calidad de sus servicios. Muchos viajeros en Dinamarca eligen alojarse en una
posada, llamada “kro” en danés, porque tienen mucho encanto, la comida es
deliciosa y muchas veces se trata de comida casera tradicional. Siempre es un
buen sitio para conocer a los verdaderos daneses.
IR DE COMPRAS
Dinamarca es conocida y reconocida por su excepcional
diseño. Desde la edad de oro en la década de 1950 los diseñadores daneses han
destacado por todo el mundo.
De hecho, la mayoría de la gente alguna vez se ha encontrado
con el diseño danés sin pretenderlo, ya sea en forma de jarra térmica como la
de Erik Magnussen, la
Silla Hormiga de Arne Jacobsen o La silla de Hans J. Wegner.
Este último logró su fama en el mismo instante en que Richard Nixon y John F.
Kennedy estrenaron su silla durante el primer debate televisivo antes de las
elecciones presidenciales de 1961.
Una visita bien organizada podría empezar en la calle de
Bredgade, en Copenhague – la verdadera calle del diseño. En el número 68 se
encuentra el Museo de la Industria del Arte Danés.
De camino al Museo se pasa por las grandes salas de subasta,
con Bruun Rasmusssen a la cabeza, junto a los comercios de antigüedades
rebosantes de clásicos muebles daneses y artículos de plata de Georg Jensen.
En la cocina danesa encontramos todavía elementos que datan
del período preindustrial, caracterizada por la economía doméstica basada en la
despensa, surtida de productos como la cerveza y el pan de centeno y el cerdo
salado y ahumado.
Entre los platos de entonces que todavía hoy se sirven en
los hogares daneses están la sopa de pan a la cerveza (øllebrød), las gachas de
cebada (vandgrød), la sopa de guisantes secos (gule ærter), la fritura de
manzanas y tocino (æbleflæsk), el bacalao (klipfisk), una variedad de morcilla
(blodpølse), picadillo de carne (finker) y el puré de col rizada (grønlangkål).
En la actualidad son muy comunes el asado de cerdo con su
corteza crujiente (flæskesteg), bacalao hervido con salsa de mostaza, caldo con
bolitas de pan, de harina y de carne, albóndigas (frikadeller), filetes de
carne picada (hakkebøf) y otros platos a base de carne picada.
TURISMO RURAL Y OCIO
Las familias activas disfrutarán de numerosas posibilidades
al aire libre, ya sea jugando en parques infantiles como Djurs Sommerland,
Fårup Sommerland y Tivoli Friheden, viendo a animales salvajes en el Zoo de Givskud,
relajándose en la playa o montando en bicicleta por el campo.
Y no podemos olvidarnos del mundialmente famoso parque de
atracciones Legoland y el nuevo complejo de vacaciones de Lalandia, realmente
atractivos para los niños de todas las edades.No deje de visitar Odense, el lugar de nacimiento de
Hans Christian Andersen, el famoso escritor de cuentos. Además, Odense es una
ciudad especialmente atractiva para los niños con multitud de actividades
culturales para los más pequeños.